La profe de yoga y psicóloga, Aldana Presser, comparte un texto fundamental para estas épocas: Incertidumbre en tiempos de cuarentena: ¿cómo nos vinculamos con nuestros pensamientos y emociones?.
Incertidumbre
¿Qué te despierta leer esta palabra? ¿Qué emociones aparecen, qué pensamientos? ¿A dónde se va la mente, al futuro, a intentar predecir? ¿Al pasado, a buscar cómo actué en otra situación similar? ¿Y el presente dónde queda?.
Vamos a intentar conciliar dos palabras: incertidumbre y presencia. Ver cómo podemos vincularnos de manera consciente con lo que surge en nuestro mundo interno a partir del contexto mundial – y personal – de crisis.
La incertidumbre es una puerta luminosa que te invita fuera de la realidad. La acompaña una sensación de inquietud, de necesidad de resolución, urgencia, anticipación… ¡ANSIEDAD!. Cuando caemos en el río de la incertidumbre e intentamos predecir lo que puede pasar para evitarnos el malestar, nos vamos a preocupar por todos los posibles escenarios futuros (por ende, IMAGINARIOS). Empezamos a darle rosca a la cabeza. A pre-ocuparnos, desconectarnos del presente, entramos en piloto automático reaccionando ante cualquier cosa; nos estresamos y tensamos, desestabilizando el preciado equilibrio de nuestro sistema nervioso. Perdemos la calma, la autoconfianza y el foco.
Perdemos UN MONTÓN de energía intentando controlar algo fuera de nuestro control. Y nos sobre-exigimos: “yo debería poder con esto”, y nos tratamos mal: “¿ves que no te bancás nada?”. Nos angustiamos y resignamos: “Siempre va a ser igual”… nos sentimos mal de sentirnos mal… ¡Tremendo círculo vicioso! Gastamos toneladas de energía habitando escenarios catastróficos que no serán, cómo bien dijo Mark Twain:
“Pasé muchas tragedias en mi vida, de las cuales, la mayoría nunca ocurrieron”.
Muchas veces, llegamos a un lugar de mucha oscuridad por intentar controlar, evitar, lo que sentimos, pensamos. Los recuerdos que llegan, las sensaciones físicas.
En ese momento se abren dos caminos:
- Sigo intentando controlar (con todo el gasto de energía que supone, y no sé de dónde voy a sacar!)
- Suelto; dejo de tironear la soga.
¿Listo? ¿Eso era todo?
Sí, en parte. Para empezar, dejo de crear TENSIÓN EXTRA.
Discutir con nuestra mente, racionalizar, hacerle entender, muchas veces no va a cambiar las emociones, pensamientos, sensaciones que tenemos. Quizá logre hacer que se vayan por un rato, pero no van a desaparecer. ¿Les parece si probamos una estrategia diferente frente a esos eventos internos?
ESTAR DISPUESTOS A SENTIRLOS. A pararnos más flexibles ante su llegada. Lamentablemente, nos criamos en un mundo donde el mercado del BIENESTAR está en todos lados; nosotrxs como profes o practicantes de yoga lo hemos visto muy bien. La gente quiere el libro que le va a resolver todos los poblemas. Quizá el tema está precisamente en ver que las emociones difíciles, los pensamientos pesimistas, las sensaciones desagradables y los recuerdos recurrentes no son PROBLEMAS EN SÍ, cosas que tenemos que eliminar, tener menos, evitar… El problema está en COMO NOS RELACIONAMOS con esos eventos. ¿Puedo hacerle espacio a la incomodidad, al dolor en mi vida?
Lo dijo buda, y lo parafraseamos… la vida es en parte sufrimiento. No es todo luz y pensar positivo. Las investigaciones indican que evitar, esconder, reprimir, apretar pensamientos y emociones, hace nuestra vida más chica, menos libre, y menos saludable. Por el otro lado, concientizar nuestro modo de vincularnos con lo que surge en nuestro mundo interno, nos permite agrandar la distancia entre emociones, pensamientos, acciones. Nos permite ver las cosas desde otros ángulos, sin identificarnos o tomarlas personales.
Estoy dispuestx a aceptar lo que no puedo controlar y soltar la tensión?
La incertidumbre siempre está, no solo en este momento bisagra y especial, ya que nunca sabemos lo que ocurrirá. Para aprender a convivir con ella, soltamos el control de lo que nos excede y ponemos la atención en lo que sí está bajo nuestro poder. Esto nos permite poner nuestra energía al servicio de algo que va a darle mayor valor y significado personal a nuestra vida. Al ser concientes de qué cosas están bajo mi control y cuáles no, tengo mayor claridad para tomar acciones específicas, viendo cambios concretos en nuestra manera de percibir el mundo y a nosotrxs, de habitarlo/nos, de atravesar lo que se nos presenta… Enfocarnos DÓNDE PONEMOS LA ATENCIÓN Y QUÉ HACEMOS, tiene el poder de cambiar lo que pensamos y sentimos.
Los pensamientos
A la mente le encanta contar historias. Todo el día. No para. Cuenta historias sobre quién soy, qué me gusta, qué debería hacer con mi vida, lo que los demás hacen mal, lo que los otros piensan de mí, lo que está mal en el mundo, qué va a pasar, qué pasó… Es una radio que no para de transmitir. Tenemos entre 60 y 80 MIL PENSAMIENTOS AL DIA, unos 3mil por HORA, ¿¡no es una locura!? Las investigaciones sugieren que alrededor del 80% de nuestros pensamientos tienen algún contenido negativo, y si los tomamos como verdades absolutas, sin duda pueden alimentar la ansiedad, depresión, ira, baja autoestima, e inseguridad.
Las historias no son los eventos, y eso lo sabemos… ¿cuántos diarios leemos con diferentes tintes e intereses? Queriendo mostrar una parte de la historia, la que refleja la mirada de la editorial. Es obvio con los diarios, pero, ¿por qué no es tan obvio con las historias de nuestra mente? Muchas veces reaccionamos a nuestros pensamientos como si fueran la verdad absoluta, o les damos toda nuestra atención. Fusionamos la historia mental, lo que pensamos, sentimos, con el evento. Tan solo observando los momentos en que nos damos cuenta de que caímos en esta trampita de la fusión, podemos reconocer muchísimos de nuestros patrones.
Para TODO ESTO es muy importante entrenar la atención; el yoga, y en especial la meditación, es muy importante. El mismo Patanjali, un GRANDIOSO psicólogo además de yogi, nos dijo que el Yoga es el cese fluctuaciones mentales.
Meditación
La meditación es una técnica que nos permite entrenar la atención hacia el momento presente. Lo hacemos de una manera particular, observando desde una mirada “testigo” que ve sin juzgar, catalogar, identificarse. Simplemente ve los fenómenos que suceden como olas del mar, que suben y bajan, vienen y van. Y si se distrae, vuelve, voluntariamente, una y otra vez a la tarea. Bajando el volumen del cassette mental, los samskaras, nos ponemos en contacto con un lugar de silencio y calma que nos habita.
La conciencia. Con la práctica, esta conciencia se expande y nos invita a mirar con otros ojos el resto de los eventos de nuestra vida. Y por esto, es también uno de los mejores métodos de reducción de estrés, ansiedad y depresión.
Propongo jugar con habitar el presente. No solo meditamos “formalmente” en el zafu, sentadxs, observando la respiración. Practicamos “informalmente”: cada momento de la vida es un escenario de práctica, una oportunidad para conectar con la presencia, el aquí y el ahora. Conectar con lo que es, dejando ser, sin querer cambiar o controlar.
Las emociones
Las emociones influencian nuestras acciones de muchas maneras: cambian nuestra voz, nuestra expresión facial, postura y comportamiento. Nos predispone a cierta TENDENCIA a actuar cuando estamos bajo la influencia de una emoción. Suena a una droga, y podríamos decir que lo son, son químicos, hormonas que cambian y se distribuyen por todo el cuerpo, influenciando el comportamiento. Pero una “tendencia a” no significa que tenemos que hacerlo de esa manera, que no hay otra opción. No estamos forzados y obligados a actuar de tal manera. (p.e. si estoy enojado con alguien, puedo tener la tendencia de levantar la voz, de gritar, pero puedo elegir hablar calma si deseo).
Las emociones están conectadas a pensamientos, memorias e imágenes. Cuando tengo miedo, puedo tener pensamientos de lo que saldrá mal, memorias de la última vez que tuve miedo. Definitivamente son poderosas y difíciles de atravesar, entonces, ¿Las emociones controlan nuestra conducta?. Para responder corto, NO. Las emociones definitivamente no controlan nuestra conducta. Puedo sentirme enojada, pero actuar calma. Tengo una tendencia, pero elijo no seguirla.
Nuevamente, el yoga, la meditación, son herramientas maravillosas para aprender a vincularse con las emociones, ya que la práctica nos permite empezar a crear espacio entre lo que sentimos, cómo percibimos la realidad, y cómo actuamos. Nos permite generar una mayor tolerancia al malestar, a la incertidumbre.
Les dejo un ejercicio que aprendí:
Cuando siento emociones difíciles, cierro los ojos, me siento en una postura cómoda, e intento pasear mi conciencia por el cuerpo. Observo dónde siento esa emoción, cómo se siente. Intento describirla, detallarla, delimitarla. Luego trabajo con un respiración profunda, sintiendo*visualizando que puedo llevar el aire a esa zona. Que puedo crear espacio en mí para albergarla. No quiero quitarla, evitarla, bajar la tensión. No quiero sentirme mejor, sino, volverme mejor en sentir.
Le dedico el tiempo que necesito; a veces es una emoción intensa, y toma un rato, y salen otras emociones, otros pensamientos… a veces llanto. Pero encuentro que las emociones difíciles vienen con menor frecuencia, y cuando vienen, me generan menos malestar y se van más rápido.
El primer paso es estar presentes con la totalidad de nuestra experiencia. Como saben, es una práctica del día a día. De estar presente a cada minuto. De apagar el piloto automático que maneja nuestras vidas y realmente HABITARLA, HABITARNOS. Sentirnos, escucharnos, e integrar la inmensa sabiduría de nuestro cuerpo y mente, en sus estados luminosos y oscuros, para avanzar con ellos hacia la vida que valoramos. Muchos aprendizajes maravillosos llegan en épocas de incertidumbre.
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Mañana es Jueves de #communitytopic
Se trata de un espacio de intercambio en nuestras stories de Instagram, dónde una invitada/o comparte su experiencia sobre temas de interés para nuestra querida #comunidadlulea
Mañana recibimos a Aldana Presser quien compartirá con nosotrxs consejos y tips para mantener en armonía nuestras emociones y pensamientos.
No te pierdas las stories de este jueves especial y aprovechá para preguntar y aportar lo que quieras!
Seguimos cuidándonos y acompañándonos, cada cual desde su pero siempre conectadxs
Namasté
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