Publicado el 07/10/2020

Anatomía vivencial: Respirar desde el corazón

Sara Sansonetti nos comparte dos prácticas para explorar la relación existente entre los pulmones y el corazón: Respirar desde el corazón.

La vida comenzó en una onda, un ir y venir, el movimiento: un palpitar, atrayendo, vibrando, uniendo células, conformando y creando: primero fue el corazón en despertar.

Órgano conectado a un circular infinito, a través de él la sangre pasa sin oxígeno para luego ser bombeada con oxígeno y distribuida por todo el cuerpo. Donde hay torrente sanguíneo hay vida, hay regeneración. Se activa la capacidad que el cuerpo tiene de equilibrarse y autorregularse, esto es posible por el fluir de la sangre oxigenada. 

El corazón está entre los pulmones, se abrazan entre sí. Ambos órganos tienen un lado derecho y un lado izquierdo, compensando, comunicándose, relacionándose en sus funciones. Son porque el otro lado les ofrece una complementariedad, para así hacer cuerpo. La parte inferior del corazón está en contacto con el diafragma torácico. El corazón se ve envuelto y en relación con funciones respiratorias. A veces siento a mi corazón flotando entre globos, suaves y elásticos llenos de aire.

En un principio durante la gestación el corazón estuvo ubicado a la altura de la boca, luego se movió hacia el pecho, brindándole lugar al pensamiento. Esta relación entre el corazón y el cerebro me hace pensar que existe un balance entre ellos. Y que ninguno se posiciona sobre el otro.

Les propongo una práctica para explorar estas imágenes a través de la sensación:

1-

Vas a colocarte sentade de una forma en la que tengas comodidad y la que tu base pueda expandirse en su relación con el suelo.

Coloca las manos en tu pecho, alrededor de tu corazón, deja que tus manos tengan un tono que les permita sentir. Registra el movimiento de los pulmones cuando respiras y si puedes percibir el movimiento del corazón, permite que tu respiración sea completa, suave y continua. 

Vas a acercar suavemente tu cabeza, el cerebro hacia el pecho y luego desde tu pecho y el corazón vas a invitar a la cabeza a que vuelva a la verticalidad. Vas y vuelves, deja que el pecho se asome suave, como una carpita que se expande, hacia adelante. Relaja tu lengua y deja que la cabeza se acerque al corazón, toma el tiempo que tu curiosidad te guía para realizar el movimiento, acompáñalo con tu respiración.

Luego coloca las manos a la altura de la boca y desliza las manos hacia tu pecho, acompaña con tu mirada y explora en las relaciones de tu columna y esternón, cerebro y corazón, brazos con pulmones y de tus manos con el corazón.

Poco a poco ve deteniendo el movimiento de tus manos, busca un espacio para acostarte boca arriba, deja a tu cuerpo tendido sobre el suelo, percibe el atrás, como respiran ahora tus pulmones. Cuando respiras, ¿qué calidad de movimiento tiene tu adelante, tu arriba y abajo, tus costados, tu atrás?.

2-

Lleva las manos alrededor de tu corazón y vas a invitar a que tu respiración nazca a partir de él.

Inhala y exhala con la cara frontal de tu corazón e involucra su arriba y abajo, deja que ocurra una expansión sin forzar y suave deja que el aire poco a poco vaya saliendo de tu cuerpo, ese aire que a su vez se convierte en alimento para otres seres.

Respira ahora con el lateral derecho de tu corazón que está en relación con el pulmón derecho. Registra si se va abriendo espacio y cómo es la calidad del movimiento de tu corazón al respirar. Prueba ahora con tu lateral izquierdo, cómo toca tu corazón el pulmón izquierdo y si ambos se impregnan de una calidad elástica y blanda. De nuevo, con cada consigna toma el tiempo a donde tu curiosidad te lleve. 

Por último, vas a comenzar a respirar con la cara posterior de tu corazón, buscando que éste y los pulmones se expandan hacia la tierra ¿qué calidad de contacto quieres tener hacia la tierra? ¿Puedes permitir también que la tierra respire hacia vos? Dialoga con esas relaciones, y busca ahora que tu corazón se expanda hacia todas sus caras, que el aire le mantenga a flote que le masajee y abra espacio.

Que el cuerpo sea espacio de preguntas, de encuentro e interrelaciones consigo mismo y con su alrededor.

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Sara da prácticas de: Yoga, Danza, Automasaje y Flexibilidad, abordadas desde la información y complemento que la educación somática y mi investigación propia me da. A través de sus cuentas de Instagram: @habitat.online @o_presente podes contactarte.


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Publicado por Sara Sansonetti

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