La profe de Yoga, Agustina Grandoli, nos cuenta porqué es importante mantenerse en el presente, y nos brinda un ejercicio para poder experimentarlo en nuestras casas.
Cultivá con Yoga el estado de presencia
La práctica de yoga promueve ciertos beneficios, entre ellos permanecer presentes a nuestras emociones, sensaciones, y percepción del ambiente. Aumenta la intuición y apertura mental.
Si lográs entrar en la presencia más profunda y vivir plenamente en el presente, pueda que percibas de qué se trata la vida.
No hay ceguera más grande que vivir en el pasado o imaginando un futuro desconocido e incierto. Si te mantenés presente y con los ojos abiertos estarás abierto a la vida y no tendrás tiempo para afligirte por todo aquello que sea pasajero.
Es importante mantenerse como testigo, como un observador de cada acontecimiento que llega a nuestra vida. Tomar el control de la misma y hacernos cargo de nuestra responsabilidad ante las acciones y decisiones que tomemos, de lo que hacemos con nuestro valioso tiempo y con los pensamientos. Cuida las emociones, porque podrás lamentarte a futuro por no haberlo hecho.
¿Dónde está tu presente? ¿Cómo te sentís? ¿Cómo utilizas tu tiempo? Son preguntas simples, pero a la vez tan profundas que las respuestas que te brindas a vos mismo te ayudarán a que puedas verte con mayor claridad como si estuvieras mirando un espejo
Es bueno practicar la introspección y escucharnos con apertura y coraje.
Practicas como el yoga y la meditación promueven este estado de conciencia que nos ayudará en nuestro sendero de la vida, a evaluar nuestras decisiones y revertir lo que consideremos necesario. ¿Qué esperás para empezar a experimentarlo?
Postura del pez
Previene y corrige los hombros abombados y los cuellos desalineados. También estimula la glándula tiroides.
Armado:
- Acostarse en el suelo, con las piernas extendidas y los brazos al costado del cuerpo.
- Presionar los brazos contra el suelo intentando mantener los codos lo más cerca posible, mientras la parte superior de los brazos se eleva junto a los hombros. Arquear el pecho hacia arriba.
- Separar la barbilla para estirar el cuello. Inclinar la parte superior de la cabeza hacia atrás y apoyarla ligeramente en el suelo separando los codos. La clave aquí es conseguir elevar el torso desde la parte inferior de la espalda y empujar hacia arriba con el esternón. Tener especial cuidado si se sufre de dolor de cuello.
- Ser cauteloso al desarmar la postura, bajar lentamente el torso hasta apoyar en el suelo, bajar los codos, apoyando los brazos al costado del cuerpo.
Beneficios:
- Un texto tradicional dice que esta postura es el “destructor de todas las enfermedades”.
- Estira la parte profunda de los flexores de la cadera y los músculos (intercostales) entre las costillas.
- Elonga y estimula los músculos del abdomen y la parte frontal del cuello.
- Alarga y estimula los órganos de la cavidad abdominal y la garganta.
- Fortalece los músculos de la parte alta de la espalda y la parte baja del cuello.
- Mejora la postura.
Contraindicaciones:
- Presión alta o baja.
- Migraña.
- Insomnio.
- Lesiones serias en la espalda baja o el cuello.
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